El cáncer de mama es un tema del que se habla cada vez más, pero ¿sabemos realmente cómo protegernos y qué podemos hacer hoy mismo para reducir nuestros riesgos?
La buena noticia es que hay mucho que está en nuestras manos, desde la prevención hasta la detección temprana.
En este artículo te contamos lo esencial, para que te cuides y compartas esta información con quienes más quieres. Porque la salud es cosa de todos.

El poder de la detección temprana
¿Sabías que el cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más tratables si se detecta a tiempo? Aquí es donde entra en juego la detección temprana. Y lo mejor de todo es que una parte importante depende de ti.
Un simple autoexamen mensual puede ser la clave para detectar cualquier cambio en tus senos que requiera atención. No necesitas ser una experta ni tener equipo especializado, solo un espejo y unos minutos al mes.
Busca cambios en el tamaño, textura, enrojecimiento o cualquier bulto inusual. Y si notas algo diferente, no entres en pánico, pero asegúrate de consultar a un médico.

¿Cómo hacer un autoexamen?
- Mírate al espejo con los brazos relajados a los lados y después levantados. Observa si hay algún cambio en el aspecto de tus senos.
- Usa tus manos para palpar ambos senos en busca de cualquier bulto o área endurecida, usando las yemas de los dedos.
- Recuéstate y repite el proceso, haciendo movimientos circulares alrededor de cada seno y bajo las axilas.
Estos pocos minutos pueden marcar la diferencia, y te aseguro que con el tiempo se vuelve parte natural de tu rutina de cuidado personal.


